Max Weber fue hombre de ciencia y no hombre político ni hombre de Estado, aunque sí,ocasionalmente, periodista político. Estuvo, sin embargo, apasionadamente preocupado por la cosa pública durante toda su vida y no dejó nunca de experimentar una especie de nostalgia de la po-lítica, como si la finalidad última de S11 pensamiento hubiera debido ser la participación en la acción.
Pertenecía a la generación que, al llegar a la virilidad, asistió al florecimiento del imperio alemán, a la caída de Bismarckya la asunción de sus responsabilidades por el joven emperador. Los quince últimos años del sigloXIX,que son para Max la época de formación entre los veinte y los treinta y cinco, están marcados por el desarrollo de la legislación social, las primeras intervenciones personales del emperador en la diplomacia y, más profundamente aún, por la re-flexión sobre la herencia bismarckiana.
¿Cuál es la misión de Alemania una vez lograda su unidad?¿Qué papel debe ser el suyo en la escena mundial? ¿Qué régimen es capaz de restablecer la unidad de la nación? La generación de Max Weber se plantea espontáneamente estas cuestiones,a las que la historia habría de dar una trágica respuesta.
TEXTO COMPETO EN SU ENLACE DE ORIGEN
No hay comentarios:
Publicar un comentario