El filósofo y biólogo Humberto Maturana Romesin, no es ajeno a los diálogos que buscan resolver los problemas que viven los pueblos de Chile y el mundo. Resalta la necesidad de actuar para detener la destrucción ocasionada por el egoísmo y la riqueza de unos pocos. Pero advierte que cualquier proceso de cambios debe ser pacífico y basarse en el conocimiento y entendimiento profundo de lo que sucede.
-¿Por qué se producen los problemas del mundo actual como la destrucción del espacio natural y la pobreza?
-La pobreza se produce cada vez que uno saca del entorno para vivir más de aquello que el entorno le puede proporcionar y recuperar luego de haber sido sacado. Si tu tienes un hijo y tienes un salario, y luego tienes otro y tienes el mismo salario, caminas a la pobreza de manera inevitable.
La riqueza es una acumulación, es una detención de los elementos y las energías en manos de algunos que restringe el acceso y las energías del vivir a otros. Esto es la riqueza: acumulación de energías que no se mueven y, por tanto, quedan impedidas de generar bienestar en la comunidad.
-¿Define ahí el origen de los problemas del mundo actual?
-Ahí está. El daño ambiental, ocurre porque yo saco con más rapidez de lo que la naturaleza puede reponer. El progreso de la medicina que aumenta la edad de sobrevida genera pobreza porque genera crecimiento poblacional. Si yo debería haberme muerto hace 20 años.
-Pero usted no quiere morirse
-Yo me moriría encantado, pero lo que pasa es que todavía estoy vivo, tengo 78 años. Yo debería haberme muerto ya.
-Pero usted quiere entregar mucho a las personas…
-Está bien, a lo mejor sí, pero tu comprendes que si todos comenzamos a vivir hasta los cien años y todos los niños que van a estar naciendo van a vivir cien años. Entonces hay un crecimiento de la población que requiere de un mundo cada vez más grande, pero el mundo es finito. Que quiere decir: que entre más vivamos, menos nacimientos tiene que haber, pero entonces se piensa que si hay pocos nacimientos, hay poca gente para mantener a los viejos.
En el mundo natural los viejos se mueren porque no están en condiciones de recibir su alimento. Pero en el mundo humano cuidamos de que los viejos no se mueran. Y eso funciona bien mientras el resto de la comunidad pueda proporcionarle alimentos a los viejos, pero si la población sigue creciendo y sigue creciendo, llega un momento en que la comunidad tiene tantos hijos chicos que cuidar que no tiene ni para los viejos ni para los chicos. Estos son fenómenos sistémicos que se resuelven con conciencia social.
Por ejemplo lo que pasa en España, que se les va a pagar a las familias para que tengan hijos ¡Es terrible! Porque la familia va a tener hijos para recibir plata. Todas esas cosas hay que mirarlas para entender cuál es la dinámica sistémica.
-¿Cómo explica esta dinámica?
-Si tienes un huerto y sacas más de lo que el huerto te puede proveer, va llegar un momento en que no te va a quedar más que comer.
-¿Qué piensa del agua? Se lo pregunto por qué hasta ahora su existencia era de lo más natural. Pero hoy comenzamos a comprender que está en peligro.
-El problema del agua surge de la contaminación de las aguas y del uso del agua para cosas distintas de aquellas que proporcionan bienestar humano. O sea: Si yo saco las aguas para lavar mineral: contamino. Entonces estoy sacando del curso que puede proporcionar bienestar, pero si la minera recicla las aguas, de modo que las aguas salen de allí prístinas y pueden ser utilizadas para el riego de alimentos, entonces no hay problemas. Pero resulta que es más caro, porque tienes que reciclarla o no producir el mineral. Pero: Si quieres producir el mineral, tienes necesariamente que invertir en el reciclaje de agua.
-¿Y qué ocurre en casos donde no son compatibles las comunidades y la empresa, por el carácter de la actividad productiva que esta última realiza? Uno no puede pedirle al señor que va a sacar una montaña que no contamine. Para sacar el oro de Pascua Lama, Barrick de todas maneras contaminaría el agua…
-Si no se puede evitar que las aguas se contaminen, entonces no hay que sacar la montaña de oro. ¿Qué es más importante: El bienestar del país, o la riqueza de la empresas explotadoras del mineral? El presidente (sic), el señor ministro, tendrán que decidir entonces qué es más importante: Sacar el oro, o la vida de la comunidad.
El hecho que nos planteemos esta disyuntiva, que no debiera dejar lugar a dudas, tiene mucho que ver con el cambio de ethos que ha habido en el país, donde hoy es aceptada la existencia de la riqueza. Ser rico es un objetivo promovido por las principales agencias de socialización como la TV. Esto, hace algunas décadas atrás, en los tiempos de auge de los sectores medios y populares, era impensable.
Exactamente, lo que pasa es que efectivamente cambió el ethos del país. Los cambios que se produjeron con la dictadura fueron mucho más allá de las acciones de la dictadura, porque fueron cambios psíquicos. Cambió el valor de la actividad humana. Cambió el valor de la conciencia social. Se redujo esta, porque se enfatizó la competencia, el lucro.
Y da el siguiente ejemplo: ‘Si tu tienes un conjunto de niños y los divides en dos y a todos estos niños les ofreces todas estas cosas extraordinarias y preciosas de la tecnología y a estos otros no. Si estos últimos no saben de eso, no importa, van a vivir bien, no en la pobreza, pero en la frugalidad, sin buscar la riqueza. Pero si empiezan a ver a los otros que tienen de todo, aparecen los deseos, el ‘yo quiero eso’. Y la única forma de que eso no pase, es que tengas espacios de convivencias en donde no estés incitando a los niños al consumo. Pero eso requiere de conciencia social. Esto es: saber y entender.
Porque si no hay conocimiento, no hay entendimiento y, por tanto, no hay acción adecuada. Nadie puede hacer nada: Los que no entienden, porque no entienden. Los que no saben, porque no saben.
Pero la miseria y la pobreza –advierte Maturana- no se resuelven en la violencia, en la lucha. Sólo se pueden resolver con la colaboración, con la cooperación, que requieren respeto mutuo. Si no hay mutuo respeto se dan peleas por ideas donde sólo lo que yo pienso es válido y lo que tu piensas no es válido. Entonces el escucharse sólo es posible en el mutuo respeto, para descubrir que lo que se tiene es un deseo común que es el bienestar de los seres humanos.
-¿Cómo avanzar en resolver los problemas humanos?
-Generando actividad con la cual las personas sientan que son autónomas en la conservación de su vivir, o sea de su trabajo, sea este físico, intelectual, artístico o del que sea.
-En este momento tan complicado que vive el país ¿Cuál sería el mensaje que quisiera dar a todas las personas, niños y adultos?
-Que piensen del mundo que quieren vivir. ¿Lo quieren vivir solos o con otros? Si quieren que su vivir contribuya al bienestar o al sufrimiento, que guíen sus conocimientos y habilidades hacia el mundo que quieren vivir.
Y yo pienso que lo que las personas quieren es vivir en un mundo ético, honesto, de colaboración, de bienestar, de generar bienestar para uno y para los demás con lo que uno hace. En esta red de generación de bienestar, todos dependemos de todos en nuestro vivir.
También podríamos decir: Mandamos a todos los pobres a la periferia, porque no sirven para nada. Y los desechamos e invalidamos. Pero ¿Es eso lo que queremos? ¿Qué mundo queremos generar en la convivencia? Queremos un mundo que destruye a otros seres vivos, ¿Qué considera a algunos seres humanos validos y a otros no, qué acepta las discriminaciones? O ¿Queremos un mundo donde halla honestidad? Si esto queremos, tenemos que ser honestos. Si queremos un mundo donde haya colaboración, tenemos que colaborar. Si queremos un mundo donde haya mutuo respeto y respeto por sí mismo, tenemos que respetar.
Francisco Marín
FUENTE:
http://www.elciudadano.cl/2007/11/02/1064/humberto-maturana-guien-sus-conocimientos-y-habilidades-hacia-el-mundo-que-quieren-vivir/#primera-linea
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