Prefacio
En su paradigmático ensayo The signifi cance of the frontier in American history [La importancia de la frontera en la historia norteamericana], escrito en 1893, Frederick
Jackson Turner (1958 edn.) sugería:
El desarrollo norteamericano ha mostrado que no sólo avanza a lo largo de una línea sino que retrocede a las condiciones primitivas sobre una línea fronteriza que avanza de forma continua, produciendo un nuevo desarrollo en cada nueva zona.
El desarrollo social norteamericano ha comenzado una y otra vez en la frontera [...] En este avance, la frontera constituye el extremo exterior de la ola —el punto de encuentro entre la barbarie y la civilización [...] La jungla ha sido interpenetrada por líneas de civilización siempre más numerosas.
La expansión de la frontera y la repetición de jungla y barbarie constituyeron para Turner un intento de construir un espacio habitable en una naturaleza poco colaborativa y difícil de controlar. Esto implicaba un complejo proceso de expansión espacial y la progresiva domesticación del mundo físico. El desarrollo de la frontera llevó a cabo, ciertamente, ambas cuestiones, pero según Turner se trató también de una experiencia central que defi nió la singularidad del carácter nacional norteamericano.
Con cada expansión del extremo exterior cumplida por los robustos pioneros, no sólo se anexaban nuevas tierras al Estado norteamericano sino que también se incorporaba nueva sangre a las venas de su ideal democrático. Cada nueva oleada hacia el Oeste, en su conquista de la naturaleza, enviaba de regreso hacia el Este oleadas de democratización de la naturaleza humana.
TEXTO COMPLETO EN SU ENLACE DE ORIGEN AQUÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario